En el mundo empresarial actual, el cuidado de la CX ha hecho que el cliente esté en el centro de todas las empresas que quieran tener éxito, tengan el tamaño que tengan.
Además de trabajar la CX de múltiples maneras, como seguro tod@s hacéis en vuest@s empresas, hoy quiero reflexionar sobre una manera de impresionar positivamente sobre los clientes, que es el impacto que podemos tener en ell@s potenciando los valores empresariales.
Al igual que cuando entrevistamos a un trabajador, buscamos una buena formación y experiencia y, también, que posea valores como persona; los clientes, cuando tienen una relación con una empresa, quieren que esta sea reconocible por sus valores, que los cumpla en todos sus procesos, que tod@s sus trabajadores estén alineados con ellos, y que él mismo como cliente también los comparta.
Por todo ello, es importante diseñar y tener muy claras estas virtudes empresariales de cada organización, y hacer un importante esfuerzo para que el cliente las perciba y disfrute, pues además todos estos valores impactan en los resultados de negocio. En definitiva, estos van a ser la mejor tarjeta de presentación de una empresa.
Desde mi punto de vista, el mundo debe tener un equilibrio siempre entre lo antiguo y lo moderno, la novedad y lo conocido. Por lo tanto, muchos de estos valores serán tradicionales, y no por ello menos importantes, más bien al contrario, porque estos deben ser las raíces de una empresa, en donde se asentará el resto del árbol cuyas ramas albergarán los frutos con las cualidades más vanguardistas, más adaptadas a la sociedad de cambio que estamos viviendo.
Recordemos que nos encontramos en una sociedad multigeneracional, multicultural y multiétnica, y como nuestros clientes demandan sentirse “únicos”, debemos tener valores que se adapten a todos estos diferentes perfiles en donde estimemos, con ellos, su singularidad y potencial.
Como vemos ¡¡Este extra es un aval seguro en la actualidad para la captación y retención del talento!!! La experiencia del empleado es diferencial.
Para finalizar, os dejo unos ejemplos de valores que creo son importantes: Responsabilidad, Honestidad, Compromiso, Veracidad, Ética, Integridad, Prudencia, Humildad, Cercanía, Fortaleza, Excelencia, Seguridad (ojo, es un valor difícil de adaptar de lo tradicional a lo nuevo), Transparencia, Confianza y Constancia.