Steal with pride

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Hay una frase que se atribuye a Pablo Picasso: “Good artists copy, great artists steal” que ha sido utilizada por otros, entre ellos Steve Jobs para hablar de inspiración, de incorporar el trabajo de otros a tu propio trabajo. 

Está claro que la creatividad humana se basa siempre en el contexto anterior. Es decir, lo que hemos leído, visto, tocado, aprendido… somos un gran compendio de inputs cuyas conexiones a veces aleatorias, más los errores más inesperados impulsan nuestra evolución. 

Ahora bien, creo que hay una diferencia muy importante en inspirarse en el legado fruto del conocimiento humano a usar avances contemporáneos para construir tu producto o servicio. 

La diferencia entre inspiración y plagio y su escala de grises intermedia afecta en gran medida, en mi opinión, a tres áreas importantes para el mundo de empresa: la creación y sostenibilidad de start-ups, la promoción de equipos innovadores intraempresa y el uso de la inteligencia artificial.  

Me explico. En el desarrollo de un producto o de un servicio hace falta no solo creatividad y conocimiento sino tiempo, recursos y esfuerzo. Cuando pensamos en las start-ups actuales, muchas de ellas han tenido que luchar para materializar sus ideas y construir sus productos con pocos recursos y muchas dificultades. Estas empresas lógicamente se han inspirado en algo, el conocimiento no sale de la nada ni tampoco la creatividad, ahora bien, si tras el diseño de ese producto, otra empresa mayor; con más dinero y recursos se “inspira” en ese trabajo para lanzar un producto similar… ¿dónde está el orgullo? 

Aquí tenemos la posibilidad de que una gran empresa adquiera a una start-up para incorporar sus productos o comprar las patentes, mucho me temo que muchas inspiraciones significan el cierre de muchas pymes que no pueden luchar contra el tamaño y la posibilidad de invertir de las grandes empresas. 

Por otro lado, si hablamos de intraempresa, en algunas organizaciones por ejemplo se promueve la innovación descentralizada. De manera que cualquier unidad de trabajo puede implementar una solución nueva y si tiene éxito se escala a toda la organización. Esta forma de trabajar es super agile y muy interesante, pero es importante no olvidar de dotar recursos a esas unidades.  

La innovación es mayoritariamente un mindset. Es decir, una forma de trabajar. Si nos fijamos en nuestras empresas, la mayoría de las nuevas ideas suelen venir de los mismos grupos de personas.  

Estos grupos pueden funcionar de forma muy eficiente con motivación y recursos. La innovación lógicamente conlleva un riesgo, la capacidad de probar sin garantías de que vaya a funcionar. Si solo dotamos recursos a los programas que ya funcionan estaremos empujando a los equipos más creativos a innovar solo con esfuerzo (y si son equipos transversales, probablemente con la sobrecarga de haber compaginado ese proyecto con el trabajo habitual diario) y si además le sumamos la falta de reconocimiento interno estaremos facilitando una posible fuga de talento. 

Por último, respecto a la inteligencia artificial hay ciertas prácticas que me resuenan muy negativamente en cuanto al “steal with pride”. 

Querría poner el ejemplo de programas de inteligencia artificial de creación de imágenes. Estos programas se basan en el análisis de millones de imágenes. Imágenes con copyright que han sido usadas igualmente para alimentar el algoritmo. 

Todos y cada uno de los ilustradores y pintores pasan una buena parte de su vida no sólo depurando la técnica sino creando un estilo único que los identifique. Una firma visual que permita a cualquier persona saber que ese dibujo lo ha pintado ella o él. Imaginaos que terrible tiene que ser ver todo el trabajo de una vida volcado en nanosegundos en un algoritmo y que además (al menos hoy) puedas utilizar su nombre en el prompt y pedir que se te entregue una ilustración con el estilo de Paula Bonet, por citar un ejemplo.  

Eso no es robar con orgullo, eso es no tener vergüenza.  

Cuando utilizamos algo que no hemos creado, nos aprovechamos de todo el tiempo, recursos, esfuerzo y riesgos que otras personas han dedicado. Nos llevamos el resultado, pero no los intentos, los errores, la desesperación ni el cansancio. 

Ahora, no nos equivoquemos, tampoco nos llevamos los aprendizajes derivados ni la unicidad del producto. Y sin ellos, no podremos crear algo nuevo y nos estaremos condenando a seguir la estela de otros.  

Así que, en lugar de robar con orgullo, invierte con ilusión. Dando soporte a los equipos más innovadores estarás ayudando al crecimiento no solo de tu entorno más cercano sino del tejido empresarial general, y eso nos beneficia a todos.